El legado


El pasado martes nuestro culto de oración fue dirigido por los juveniles de nuestra iglesia.  Desde el comienzo del culto la presencia del Espíritu Santo y una atmósfera del sentido de Reino se percibieron en cada cántico de adoración y en la respuesta del pueblo de Dios. Su mensaje fue el legado y el primer amor.   El legado se define como la acción de transmitir valores cristianos a otras personas, lo que se transfiere de generación a generación o la herencia que se recibe de un testador.  El legado espiritual, transciende más allá que algo tangible o material. Es como nos conducimos, nuestra manera de pensar, actuar y reflejar el carácter de Cristo. Este será el legado que impactara a nuestras generaciones.  Es nuestro estilo de vida dentro y fuera de la comunidad de fe.

En su segunda carta a Timoteo, el apóstol Pablo   reconoció la responsabilidad de los padres y familiares de dejar el legado espiritual correcto de nuestros descendientes.2 Timoteo 1:5 pues me viene a la memoria la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que habita en ti también. En lo que se considera un testamento abierto y despedida el apóstol Pablo le escribe   a su discípulo: 2 Timoteo 4:7-8 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está reservada la corona de justicia, que en aquel día me dará el Señor, el juez justo; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Nuestro Señor Jesús   cambio la historia de la humanidad para siempre, su legado nos convirtió en parte de su historia.  Su legado fue su Palabra, obra, muerte y resurrección. Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Lo que asegura dejar un legado correcto es no descuidar nuestro primer amor. Apocalipsis 2:3-4 y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.

Modelamos este primer amor a esta generación cuando nos amamos unos a los otros, congregamos, ayunamos, oramos, estudiamos la Palabra, tenemos nuestro culto familiar, servimos en la iglesia, y estamos dispuestos a pagar el precio de modelar el carácter de Cristo y proteger los valores cristianos.

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